JIMÉNEZ DEL TEUL. Ejidatarios de núcleos agrarios y habitantes de comunidades de Jiménez de Teul y de Sombrerete entregaron un documento a la Procuraduría Agraria (PA) y a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para reafirmar su rechazo contra el proyecto de la presa Milpillas.
Recordaron que desde hace más de una década la construcción de la presa “representa una amenaza de despojo, desplazamiento y afectación ambiental para la región”.
Por ello agradecieron la empatía mostrada por los dirigentes de la dependencia federal y externaron su confianza en que “la institución cumplirá su función de proteger de forma honesta y decidida los derechos de los ejidatarios frente a los intereses que pretenden imponer megaproyectos como la presa Milpillas”.
Lo anterior, al advertir sobre el uso político e ilegal de instituciones agrarias “para imponer una obra fallida e inviable”.
“ZONAS DE SACRIFICIO”
En el documento dirigido al procurador agrario federal, Víctor Suárez Carrera, los afectados señalaron que mientras otros países se están cuestionando la continuidad del progreso y desarrollo, “acá en México seguimos proyectado megaproyectos que simplemente siguen contribuyendo con el colapso climático y siguen creando zonas de sacrificio, tal cual se pretende con nuestro territorio con el tema de la presa”.
Precisaron que a nivel nacional no ha cambiado la política social, pues “se siguen implementando políticas regresivas, adversas y en contra de los derechos fundamentales de los pueblos, a quienes siempre nos ofrecen dádivas que intentan, dicen, arreglar nuestra marginalidad. Discurso que ha dejado de tener impacto sobre nosotros”.
Lo anterior al señalar los abusos de los cuales han sido objeto por parte de los gobiernos municipal, estatal y federal, los cuales “nos han dado los argumentos suficientes para manifestar ante usted un rotundo No (sic) a la presa Milpillas”.
DAÑOS PSICOSOCIALES
Los grupos inconformes exigieron que respeten “la libre determinación de sus asambleas, que ya han manifestado su negativa al proyecto fallido en sus aspectos técnicos, sociales y ambientales”.
Afirmaron que esta tensión generada por determinación de la administración estatal por construir el proyecto ha causado daños psicosociales por “ostentosos operativos policiacos, como el que recientemente encabezó el gobernador [David Monreal Ávila] en el ejido El Potrero, generando miedo, incertidumbre y terror en nuestros niños, jóvenes y adultos mayores”.
Señalaron que Milpillas “implicará el acaparamiento del agua por parte de actores empresariales y políticos, entre ellos la familia Monreal”.
ALTERNATIVAS
En el oficio, los ejidatarios y pobladores de ambos municipios puntualizaron que saben del “grave problema de estrés hídrico en la zona conurbada que comprende Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe.
“Sin embargo, existen estudios que han realizado académicos de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y de la UAM- Xochimilco, que han demostrado que hay alternativas antes de imponer un proyecto que traerá la muerte para nuestros municipios y los ecosistemas que dependen de la cuenca.
“Dotar de nuestra agua a quienes no desean cambiar sus prácticas de consumo ni es justo ni dejaremos que suceda”.
Los afectados señalaron que dentro de las alternativas propuestas se contempla la tecnificación del campo y la reparación del sistema de agua potable.
Lo anterior al explicar que en la capital la fuga de agua se calcula entre 40 y 60 por ciento y que el déficit sobrepasa el 200 por ciento, “esto quiere decir que se necesitarían siete presas del tamaño del proyecto Milpillas para contrarrestar este enorme déficit”.
Cabe mencionar que el documento fue entregado el 13 de junio con firmas de los ejidatarios de Atotonilco, El Potrero, Estancia de Guadalupe y Corrales, además de habitantes de las comunidades río abajo de Jiménez del Teul y de Sombrerete.