ZACATECAS. Durante la misa del Domingo de Ramos, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, reflexionó sobre la tristeza que ha percibido entre los fieles.
En la homilía, que marcó el inicio de la Semana Santa del Año Jubilar, compartió que tras visitar 59 parroquias en el último año y medio pudo identificar esta realidad: “Aunque se ven rostros festivos en la recepción y en la plática, en el encuentro personal hay tristeza, silencio, impotencia y un no saber qué esperar”.
Sigifredo Noriega aseveró que el sufrimiento es aún mayor “cuando las heridas son ocasionadas por los propios hermanos”.
Ante esta situación, invitó a los fieles a seguir el ejemplo de Cristo: “Él no se desanima a pesar de la negación y de la traición. No se desanima y él sigue hasta la cruz”.
LLAMA A LA BONDAD
La ceremonia de este domingo inició con la bendición de los ramos, en la que el obispo de Zacatecas invitó a los asistentes a recordar que esta celebración representa las “dos caras centrales del misterio pascual”: la gloria de Cristo en su entrada triunfal a Jerusalén y el camino hacia su pasión y muerte.
Como segunda enseñanza, destacó la figura de Simón de Cirene, quien fue obligado a cargar la cruz de Jesús. “¿Cuántos cireneos necesitamos para que haya concordia, bondad y paz, para que haya esperanza en nuestros días?”, cuestionó. Por ello, exhortó a los fieles a convertirse en “cireneos” para los hermanos que sufren.
Sigifredo Noriega resaltó que “hace años vivimos aquella cuaresma mitad normal y mitad con grandes incertidumbres causadas por la pandemia [por la COVID 19]. Hoy, cinco años después, es una Semana Santa especial en este Año Santo 2025”.
Finalmente, invitó a los fieles a celebrar estos días santos: “Donde quiera que estés, trabajando o descansando, en casa o de vacaciones, no olvides que él murió por ti. No olvides que desde lo alto de la cruz se mira mejor la vida”.