ZACATECAS. Uno de los malhechores que estaba colgado junto a Jesús le injuriaba diciendo: “Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros”, expresaba durante la representación del viacrucis viviente este viernes en la capital zacatecana.
Pese a un cielo forrado de nubes, el calor sofocaba sobre el escenario conformado por los edificios estilo barroco y la majestuosidad del templo de Santo Domingo; los espectadores conmovidos pidieron perdón a media voz por la muerte injusta de Jesucristo.
La pasión y muerte de Jesús es un acontecimiento que cientos de fieles en todo el mundo representan cada año.
Miembros de la grey católica del templo de Santo Domingo escenificaron sobre la plaza, el pasaje bíblico cuando Jesús es entregado con un beso por Judas a los fariseos, a los sumos sacerdotes y estudiosos de la ley de Dios.
De acuerdo con las Escrituras, alrededor de las 9:30 horas Jesús el hijo de Dios fue clavado en una cruz.
Cerca de la sexta hora de estar en agonía, la tierra se puso en tinieblas; oscureció el sol y el velo del templo se rasgó por la mitad, cuando, a las 3:00 de la tarde, Jesús expresó, “todo está cumplido” y entregó su espíritu.
VIACRUCIS EN EL CENTRO HISTÓRICO
Los actores, caracterizados de fariseos, movían a las masas quienes se presentaron ante Poncio Pilato, quien se empeñaba en decir a sus acusadores, que no hallaba delito alguno en Jesús.
La insistencia de sus condenadores obligó a que Pilato saliera nuevamente para decirles, “que quede bien claro, que yo no lo encuentro culpable de nada”.
Jesús salió después de haber sido azotado con un látigo de puntas de plomo, los soldados romanos le colocaron una corona de espinas en la cabeza, y lo vistieron con un manto púrpura. “Viva el rey de los judíos”, le gritaron mientras se burlaban y lo abofeteaban.
“Crucifícalo, crucifícalo”, no paraba de gritar la multitud junto con los sacerdotes y guardias del templo.
“Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, yo no lo encuentro culpable”, respondió Pilato, ante los espectadores y los niños que preguntaban a sus papás sobre el cruel juicio a Jesús.
Los líderes respondieron: “Según nuestra ley, debe morir porque afirmó que era el hijo de Dios”. Pilato todavía insistió a Jesús, ¿por qué no me hablas, no te das cuenta que tengo poder para ponerte en libertad o para crucificarte?”.
Entonces Jesús le dijo: “No tendrías ningún poder sobre mí, si no te lo hubieran dado desde lo alto”.
Después de lavarse las manos, Pilato lo entregó a sus condenadores que emprendieron el camino hacia su crucifixión, pasando por las 12 estaciones.
El camino a la cruz fue escenificado sobre las empedradas calles del centro histórico de la capital zacatecana seguido de cientos de fieles.
Fotos: Cuquis Hernández