GUADALUPE. Con el frío, que se siente hasta los huesos, y el temor de que el viento se lleve los jacales, algunos habitantes de la segunda sección de la colonia Tierra y Libertad es como tienen que enfrentar la temporada invernal cada año.
La vecina Estefanía relató que por las noches el ensordecedor ruido del viento empuja con fuerza las láminas de su cuarto, “se escucha muy feo, como si fuera a tumbar mi cuartito hasta ni puedo dormir bien de que me vayan a caer encima las láminas”.
Detalló que quienes más sufren son los niños, quienes necesitan chamarras porque en esa zona en la que habita, la mayor parte de la gente se dedica a pepenar basura y durante esta época “se las ven más difícil”.
Expuso que solo el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) entregó cobijas, pero no a todos, y a quienes viven en “cosas” más humildes no les tocó apoyo.
En tanto que Rafael, quien habita cerca del arroyo en la vialidad Siglo 21, contó que durante la noche “aunque me ponga varias cobijas el frío muerde hasta lo más profundo de mi ser”, pero por temor a que le puedan robar las pocas cosas que tiene no acude a un refugio temporal.
Explicó que durante 2020 no soportó el clima gélido y acudió a un refugio, pero cuando regresó a su casa le habían hurtado algunas pertenencias y por eso prefiere soportar el frío a que le roben otra vez.