ZACATECAS.- Ante los desastres naturales que se presentaron y golpearon al país, como los sismos del año pasado, la ingeniería civil tiene como reto mantener en constante actualización las normas de verificación en infraestructuras públicas, para garantizar el mejor nivel de seguridad en las obras y para la sociedad.
En el marco de la celebración al Día Nacional del Ingeniero, el Colegio de Ingenieros Civiles (CIC) de Zacatecas desarrolló la conferencia Evaluación de la seguridad estructural de edificaciones existentes, con base en estudios de vibraciones ambientales, que presentó el ingeniero zacatecano Octavio García Domínguez, para enfatizar la necesidad que el gremio tiene de profesionalizarse y brindar, a través de su trabajo, la mayor seguridad al ejecutar una obra pública.
Detalló que la ingeniería civil tiene una labor social importante, pues se responsabiliza de mantener en correcto funcionamiento el diseño, construcción y conservación de las obras públicas, con el eje principal de establecer las medidas suficientes para que las estructuras estén preparadas ante cualquier situación que ponga en riesgo su estabilidad.
Independiente de este tipo de situaciones de contingencia, como los sismos, expuso, otro problema que se enfrenta es la falta de profesionalización de personas que se dedican a la construcción, pues “en todo el país está la situación de la autoconstrucción, que tiene que ver con las personas que deciden construir su vivienda a través de indicaciones, o sin ningún conocimiento de la ejecución, y luego hasta con las lluvias o contingencias se detecta que son las edificaciones más vulnerables al presentar rápidamente daños”, sentenció.
Finalmente, García Domínguez, quien ejerce su profesión de ingeniero desde hace más de 30 años, enfatizó que el requisito más indispensable para esta profesión es tener siempre en la mente favorecer a la sociedad, a través de lo construido, pues es ahí donde queda el registro del esfuerzo y la dedicación por esta noble profesión.
“Tener vocación es lo más importante, desafortunadamente, algunas veces las personas que estudian ésto lo eligen por los aspectos materiales; sin embargo, quien estudia no es para ser rico, sino para contribuir a la sociedad. Si no se tiene ese amor a la sociedad y la mejora al entorno, de nada sirve el llamarse ingeniero”, sostuvo.