ZACATECAS. Con una fuerza musical implacable, la agrupación alemana Haggard estremeció la Plaza de Armas con una noche llena de historias épicas y armonías clásicas con las que demostraron por qué son una banda emblema del metal sinfónico.
Las luces se apagaron y sonaron los primeros acordes de “Pestilencia”, la introducción para una noche inolvidable.
El público se rindió ante los alemanes quienes pisaron por primera vez la tierra de cantera y plata para conquistar el foro principal del Festival Cultural Zacatecas (FCZ).
Las notas de “Heavenly Damnation” y “The Final Victory” pusieron el ánimo por los cielos con un despliegue de virtuosismo técnico de los músicos.
Al ritmo de cada melodía, las largas melenas se agitaban en el aire mientras los puños se levantaban por lo alto en un ritual que los metaleros conocen muy bien.
Uno de los temas que también se llevó una gran ovación fue “Of a Might Divine”, la que dio pie a “The Sleeping Child” y “La Terra Santa”.
“ZACATECAS, TÚ ROCKEAS”
Los guturales de Asis Nasseri, miembro fundador de Haggard; y la voz melodiosa de la soprano Janika Groß resonaron en toda la Plaza de Armas, donde también se escuchó con fuerza el canto del bajista Frank Schumacher.
La banda alemana interpretó temas de sus discos Awaking the Centuries, Eppur Si Muove y Tales of Ithiria en un recital que quedará en la memoria de los fanáticos zacatecanos.
“No tengo palabras, esto es tan increíble, Zacatecas, tú rockeas”, expresó Asis, que en conferencia de prensa confesó quedarse enamorado de la ciudad.
La noche se acercaba a su fin, no sin que antes la banda hiciera su interpretación del “Himno Nacional Mexicano” y cerrar el telón con el cover “Hijo de la Luna”.