ZACATECAS.- Las amenazas de alumnos a maestros de educación básica es una realidad que se vive con mayor frecuencia en municipios como Villa de Cos, Calera de Víctor Rosales, Enrique Estrada, Zacatecas y Guadalupe.
El coordinador general del Centro de Desarrollo Educativo (Cede), Francisco Javier Esparza Ortiz, declaró que estos casos, aunados al amedrentamiento de padres de familia, deben ser contrarrestados con una estrategia de autocuidado, para saber quién entra y sale de las instituciones educativas, con el objetivo de que ningún docente sufra de acoso.
“En una reunión de consejo que tuvo lugar en Jerez, el jueves 19 de octubre, se dio a conocer un aviso de privacidad sobre los datos de los docentes, para que se proteja su identidad y no se filtre información que comprometa su seguridad”, detalló, con ello pretenden bajar los actos de violencia en su contra.
Los docentes tienen una herramienta que sirve como defensa, si algún alumno trata de amedrentarlo: levantar actas administrativas de los alumnos que los estén amenazando para tener un antecedente.
Sin embargo, Esparza Ortiz aceptó que docentes ni directivos tienen la facultad de privar a un alumno de su derecho a la educación. “Nos gana lo que pasa en el entorno, pero debemos reforzarlo con orientación en valores”, sentenció.
Para enfrentar el acoso de alumnos a docente, explicó, existen programas de atención psicológica, pero sólo 19 por ciento, de casi cinco mil escuelas, cuenta con un psicólogo o terapeuta para tratar a los jóvenes que presentan conductas de esta naturaleza.
“Es un promedio muy bajo de maestros que pueden brindar orientación psicológica. Lo que hace falta es un mayor presupuesto para contratar psicólogos. Son ellos quienes tienen los elementos para tratarlos, dado que el maestro ‘normal’ no alcanza a realizar esas funciones”, consideró.
A pesar de la prevalencia de programas federales para apoyar a mejorar las conductas de los alumnos, precisó, es necesario que haya más interés por saber qué sucede en el entorno y buscar soluciones.
“A nivel federal hay acciones para ayudar a los jóvenes con mayor rezago educativo, quienes son los más propensos a tener conductas amenazadoras con los profesores”, contextualizó.